viernes, 11 de mayo de 2012

Qué oso.



Escuchas su corazón y todo está bien, depositas cada gramo de confianza que hay en ti, y lo regalas, sin nada a cambio, casi inconscientemente.. Te quiero más de lo que alguien puede quererte, es más, te quiero incluso más de lo que te quieres que a ti. Me emociono, sonrío, mi corazón palpita tan rápido sin siquiera verte, y eso es a lo que se le llama estar vivo. Vivir es poder escuchar tú corazón mientras pienso que eres indestructible, no tienes que prometer la luna ni las estrellas, por que ya las tengo, tengo todos los planetas, satélites, incluso el universo entero, justo a lado mío; mirándome, sonriendo, abrazándome. Es todo lo que percibo mientras estás, mientras busco la forma en la que pueda recordarte tanto para no extrañarte y quererte siempre mucho, justo como quisiera por los siglos de los siglos, pinche amén. El tiempo no es suficiente, ya no. Las horas? No conozco eso desde que estoy contigo. Todo se ha convertido en segundos; casi en milésimas, entre menos tiempo, más te regalo mi corazón; en una caja, en un abrazo, en todas las palabras que quiero desglosar y buscar dentro de mí cuando pueden resumirse en un "te adoro".